¿Alguna vez te has preguntado de donde viene la palabra “Duelas” de nuestro nombre? Pues nada más y nada menos que de la barrica del vino. Cuando hablamos de duelas, lo hacemos para referirnos a cada una de las tablas que forman las paredes abombadas de una barrica. Estas barricas se componen solamente de dos tipos de materiales, por un lado las duelas de madera y por otro los flejes de acero.

¿Cómo se lleva a cabo la fabricación de dichas barricas? En primer lugar, una vez que ha sido trabajada la madera, las duelas son clasificadas por tamaños y se empieza el montaje de la propia barrica. Es un trabajo bastante manual y que requiere de mucha precisión. Seguidamente se debe de cerrar con un cello una parte y con calor y humedad el cubero va dándoles forma a las duelas para poder cerrar la otra parte de la barrica y así quedar exactas.

Más tarde, gracias al fuego, se trabaja el tostado según como sea el pedido que se ha realizado. Entre más tiempo de tostado mayor aroma a ahumado tendrá el vino. Posteriormente hemos de colocar los fondos y dejar reposar mientras se comprueba que no hayan fisuras y exista perdida de vino.

La unión entre las duelas y el fondo es posible gracias al argallo, que se trata de una acanaladura. Por último, el tapón, que puede realizarse con la propia madera o optar por la silicona alimentaria.

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